Desde los albores de la humanidad, la existencia de Dios ha sido el tema central de la reflexión teológica, filosófica y espiritual. La pregunta “¿Quién es Dios?” no solo es la base de la fe cristiana, sino también el fundamento sobre el cual se construyen la moralidad, la adoración y la cosmovisión del creyente.
La Biblia no intenta probar la existencia de Dios, sino que la asume como una verdad evidente. En Génesis 1:1, se establece categóricamente:
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (RVR1960).
Sin embargo, a lo largo de la historia, diversos argumentos filosóficos y teológicos han sido formulados para afirmar la existencia de Dios. Además, las Escrituras revelan un Dios con atributos específicos que definen su naturaleza y su relación con la humanidad.
Wayne Grudem (2004) enfatiza que “conocer a Dios no es solo un ejercicio intelectual, sino una necesidad espiritual y existencial para el ser humano” (p. 47).
Karl Barth (1932) argumenta que Dios no es un objeto de estudio racional, sino una persona que se revela en la historia y en Jesucristo (p. 93).
“Dice el necio en su corazón: No hay Dios” (Salmo 14:1, RVR1960).
Aunque la Biblia no intenta probar la existencia de Dios, sí presenta evidencias claras de su realidad en la creación, la historia y la conciencia humana.
El Diccionario Holman Ilustrado de la Biblia (2007) define a Dios como “el ser supremo, eterno y todopoderoso que se ha revelado en la creación y en su Palabra” (p. 187).
Existen cuatro argumentos clásicos que han sido utilizados por teólogos y filósofos para defender la existencia de Dios:
Todo lo que existe tiene una causa. El universo no pudo originarse a sí mismo, por lo que debe haber una Causa Primera que lo creó: Dios.
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos” (Salmo 19:1, RVR1960).
Pablo Hoff (1994) enfatiza que “la creación misma es un testimonio innegable de la existencia de un Creador” (p. 64).
La complejidad y el orden del universo indican un Diseñador.
“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo” (Romanos 1:20, RVR1960).
William Paley (1802) ilustró este argumento con la metáfora del relojero: si encontramos un reloj en el campo, sabemos que alguien lo diseñó, porque su estructura es demasiado precisa como para ser fruto del azar.
Todas las culturas tienen una noción del bien y del mal, lo que indica la existencia de una Ley Moral Universal dada por un Legislador Supremo.
“Porque cuando los gentiles, que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos” (Romanos 2:14, RVR1960).
R.B. Girdlestone (1903) señala que “la moralidad en la humanidad es una evidencia interna de la existencia de Dios” (p. 88).
Planteado por Anselmo de Canterbury, argumenta que si podemos concebir a un ser perfecto, entonces debe existir en la realidad, porque la existencia es un atributo de la perfección.
Karl Barth (1932) criticó este argumento, afirmando que Dios no puede ser demostrado por la razón, sino que se revela en Jesucristo (p. 107).
Así como un edificio necesita un arquitecto, el universo requiere un Creador que le haya dado propósito y orden.
“Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8, RVR1960).
Los atributos de Dios pueden dividirse en dos categorías:
✅ Eternidad: Dios no tiene principio ni fin (Salmo 90:2).
✅ Inmutabilidad: Dios no cambia (Malaquías 3:6).
✅ Omnipresencia: Dios está en todo lugar (Salmo 139:7-10).
✅ Omnisciencia: Dios lo sabe todo (1 Juan 3:20).
✅ Omnipotencia: Dios tiene todo el poder (Jeremías 32:27).
Wayne Grudem (2004) explica que “los atributos incomunicables nos muestran la grandeza de Dios y su distinción absoluta de la creación” (p. 102).
✅ Santidad: Dios es absolutamente puro y sin pecado (Isaías 6:3).
✅ Justicia: Dios siempre actúa con rectitud (Deuteronomio 32:4).
✅ Amor: Dios es amor (1 Juan 4:8).
✅ Misericordia: Dios muestra compasión hacia los pecadores (Efesios 2:4).
✅ Fidelidad: Dios cumple sus promesas (2 Timoteo 2:13).
Así como la luz del sol ilumina todo lo que toca, los atributos de Dios se reflejan en su creación y en la vida de sus hijos.
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11, RVR1960).
Dios no es un ser distante ni impersonal. La Biblia nos muestra que:
1️⃣ Dios busca una relación con el hombre (Génesis 3:8-9).
2️⃣ Dios se revela a través de su Palabra y su Espíritu (Juan 14:26).
3️⃣ Dios se encarnó en Cristo para salvar a la humanidad (Juan 1:14).
Pablo Hoff (1994) enfatiza que “la revelación de Dios en Cristo es el mayor acto de amor y redención” (p. 125).
Así como un padre busca guiar a sus hijos, Dios anhela que la humanidad lo conozca y camine en su verdad.
La existencia de Dios es evidente en la creación, la moralidad y la historia. Sus atributos revelan su grandeza, su santidad y su amor, y su relación con la humanidad demuestra que no es un ser lejano, sino un Padre que busca restaurar a sus hijos.
Como creyentes, debemos conocer a Dios no solo intelectualmente, sino relacionalmente, caminando en obediencia y amor.